Me encanta cuando te descubro a través de tus recuerdos.
5 de octubre de 2008. Tren de regreso y la imagen de un niño escogiendo libros en la biblioteca.
Abrir los ojos, meter la mano en mi bolso para escoger un libro absurdo que estoy leyendo ahora.
La imagen del niño vuelve, intentando y no comprendiendo porque no puede sacar los libros de tres en tres. Si él, si puede leerlos.
Una instantanea de mi memoria me trajo la noche anterior el recuerdo - imagen, de una niña leyendo.
Una yo en miniatura, que paseaba los ojos y las manos por las estanterias con hambre de saber.
Me recuerdo el vacio del estomago por no poder leerlos todos en el mismo instante, sin que eso fuera condena de no disfrutar aquellas lecturas. Refugio que fué, mi propia casa construida.
En las bibliotecas de la infancia los libros entran por los ojos para degustarse en el paladar y el estomago alimentando el corazón.
No puedo ni quiero evitar desear imaginarte a ti en la misma postura. Preguntandote mientras te leias, porque tu eras del libro tanto como el de ti, que seria de tus tardes cuando los hubieses leido todos...
¿Te imaginas? y no hagas de esto un intento mio de casualidades romanticas. Porque Angie y yo nos hemos puesto en el mismo interrogante a veces..
¿Cuantas veces en un mismo instante habrá coincidido la infancia de los dos en bibliotecas distintas? Quizás con el mismo libro entre las manos.
Seguro, con la identica sensación única de hogar y de viaje.
P.D. mientras escribo en mi cabeza suena el sr. Sabina más para mi sorpresa que la tuya.
http://es.youtube.com/watch?v=raf1xdL4OIE
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